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Editorial 611

 


Necesitamos amar y ser amados

 

El amor no es una idea abstracta. El amor es una fuerza, una energía, una vibración que necesita expresarse, y, si se reprime, muere. El amor adquiere muchas formas y se expresa de muchas maneras.


El amor también puede inhibirse por muchas razones.


El amor es la fuerza que mueve el mundo. Donde reina el amor todo funciona bien y donde no hay amor, todo se paraliza.

 

El ciclo completo del amor es dar y recibir; por lo cual, no es suficiente con dar amor y comprensión, es necesario cambiar las cosas para que las personas activen sus sentimientos positivos y se sumen a la dinámica del amor que impulsa la evolución humana.

 

"Poco das, si das de lo que tienes. Das de verdad cuando das de ti mismo" Khalil Gibrán Como todo en la vida, el amor tiene distintos grados. Cuanto más elevado y puro es el amor, mayor es el poder que tiene para transformar a la persona y a la sociedad.


Las personas perciben la calidad del amor a través de las vibraciones que emite.


El amor está relacionado directamente con la calidad de la persona.

 

El amor es un hábito. Se aprende a amar. Toda conducta humana superior es aprendida como respuesta a estímulos recibidos. El que recibe amor aprende a amar. El que recibe odio aprende a odiar. De aquí la importancia de recibir amor en la infancia y de cultivarlo durante toda la vida.

 

Nuestras conductas actuales se han formado como reacción a estímulos recibidos a lo largo de la vida, especialmente en la infancia. Esta realidad es un llamado a la responsabilidad que tienen los padres de educar a sus hijos en positivo. En gran medida, lo padres programan a sus hijos para el éxito o para el fracaso. El mayor premio de la vida es nacer en una familia buena, amorosa y equilibrada.

 

El ser humano es libre, por lo cual, siempre existe la responsabilidad personal y el deber de reaccionar de forma inteligente. El problema no depende tanto de lo que nos ocurre o de los estímulos que recibimos sino de la forma en que reaccionamos ante ellos. Nosotros podemos elegir la forma de reaccionar.

 

Es importante relacionarse con personas positivas y evitar las personas conflictivas, por dos razones fundamentales: Las personas positivas activan lo mejor de nosotros, especialmente el amor y el espíritu de superación; mientras que, las personas conflictivas activan nuestra parte negativa.


Debemos tener presente que somos humanos y que los estímulos que recibimos determinan nuestra forma de reaccionar, con el tiempo las reacciones se convierten en hábitos que influyen en nuestra vida; por esta razón debemos evitar a las personas mediocres y conflictivas.

 

Puesto que las personas responden de acuerdo a los estímulos que reciben, tenemos el poder de influir en las personas. Si tratamos a la gente con respeto, la gente nos tratará con respeto. Si confiamos en las personas, las personas confiarán en nosotros, etc. Se trata de un simple proceso psicológico de acción y reacción.

 

En una sociedad en donde casi todos viven a la defensiva, quienes actúan en positivo tienen más posibilidades de relacionarse bien y de lograr mejores objetivos. Además, quienes viven a la defensiva, en vez de recibir respeto y amor de las personas, lo que reciben es rechazo y desprecio, lo cual les lleva a endurecer su posición y a trastornar más su salud mental.

 

Se trata de comprender y de amar a las personas, no sólo porque es un mandamiento, sino por inteligencia, porque es una necesidad natural y una oportunidad para crecer y ser feliz. El que ama produce amor que nutre, en primer lugar, a sí mismo, y, al dar amor recibe amor, con lo cual se nutre doblemente. Al final la esencia de la felicidad está en dar y recibir, en amar y ser amado.

 

Muchas personas buenas tienen bloqueados los sentimientos porque no recibieron el beso del amor en su infancia, y, ahora que son adultas, tienen dificultad para expresar el amor. No tengas miedo, no te guardes el amor, di a las personas lo mucho que las amas. Las personas están esperando con ansia que les digas cuánto las amas. Un saludo, una sonrisa o una palabra de aliento son también formas de expresar el amor. Cuánto bien puedes hacer con pequeños detalles y cuánta energía positiva puedes recibir de las personas en forma de agradecimiento.


Ama a los demás sin esperar nada a cambio. La vida, por Ley de Correspondencia te premiará de muchas formas.

 

A medida que expreses el amor crecerás por dentro y te liberarás de muchos temores y limitaciones. Al expresar tu amor a las personas cambiará su actitud hacia ti y recibirás su energía positiva que te infundirá valor y fortalecerá tu autoestima.

 

El amor que das y el amor que recibes pinta de colores tu vida.

 


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    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

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